LA LARGA LUCHA POR LOS DERECHOS


Entrevista con Ismael Sánchez Jiménez
Abogado especializado en temas laborales y servicio doméstico, defiende a las empleadas de hogar en denuncias y juicios contra los empleadores y colabora con asociaciones como Servicio Doméstico Activo SEDOAC (Madrid) 

“La situación de las empleadas de hogar es muy complicada. Primero, existe una vulneración de los derechos laborales que es absoluta y total partiendo de la base de que la ley les deja en una situación en desigualdad o inferior a las relaciones laborales comunes. Partimos de esta base y partimos de la base también que el centro del trabajo es un centro privado, un domicilio particular y obtener pruebas de abusos que suceden allí es muy complicado. Y abusos hay, y mucho.

Los abusos más frecuentes que detecto yo, si hablamos de abusos en cuando a derechos laborales son: horas extra sin control, falta de alta en la Seguridad Social, mala cotización, incumplimiento de derecho a vacaciones y una larga lista etcétera. 

Muchas mujeres trabajan 15-16 horas al día, días festivos y sin que esto se refleje en su paga. Las vacaciones de por si, es un tema horroroso. Muchos empleadores las niegan, no las pagan, no dejan posibilidad que las mujeres eligen sus 15 días (y muchas ni lo saben que las pueden elegir en caso de desacuerdo). En muchos casos incluso los empleadores obligan a la empleada a acompañarles a su segunda residencia en la playa, tratando de hacerlo pasar como descanso vacacional. ¡Y no! Las vacaciones es un derecho que exige una forma de desconexión porque forma parte del desarrollo de la personalidad y las trabajadoras domesticas que se van con su empleador al chalet de Santander o de Málaga pues no pueden ni desconectar ni descansar y evidentemente no pueden desarrollar su personalidad. Lo peor es que ellas vienen a mi consulta ya asumiendo que ese es el periodo de vacaciones que les toca, que eso es normal.

Hay también un grandísimo abuso de contratar a las trabajadoras sin documentación para ahorrarse la Seguridad Social. Y lo hacen sobre todo los que tienen un discurso muy patriótico, tirando a conservador. No les molesta el hecho que se están aprovechando de una trabajadora y que no están contribuyendo al sistema publico de Seguridad Social, hasta allí no llega su patriotismo. Luego cuando intento reclamar este gasto, se llevan manos a la cabeza diciendo que como es posible que la “chacha” quiere 6000€! Ya, pero a lo mejor tu la estabas explotando desde hace 6 años, sin pagarle horas extra ni Seguridad Social… 6000€ es poco en este caso. 

Hay también trabajadoras a quienes los jefes dan de alta en la Seguridad Social pero no les cotizan todas las horas. En general las mujeres lo descubren cuando necesitan una baja y la prestación que reciben es mucho menor de lo que les correspondería. Entonces piden un certificado de cotizaciones, que se puede emitir junto al certificado de la vida laboral y allí se dan cuenta que el empleador no cotizaba como debería. El problema aquí es que, según la ley, el servicio doméstico no cotiza lo que cotiza una relación laboral común. Una relación laboral común cotiza en función del salario que se percibe, pero el servicio doméstico va por tablas, por módulos. Muchas descubren que a lo mejor les están aplicando la tabla que corresponde al salario de 700€ al mes, mientras que ellas ganan por ejemplo 950€. Como no tienen nomina, se les paga una parte en negro para gastar menos en la Seguridad Social.

También me encontré con situaciones que, como la mujer trabajaba de interna y sin papeles, no le pagaban el salario porque decían que lo compensaban en alquiler. Sea, trabajaban meses sin cobrar nada…. ¡¿Cómo se puede asumir que un salario se equipara a un alquiler, sobre todo si la empleada tiene que ser interna?! Hay que recordar que una empleada interna normalmente empieza a trabajar a las 7 de la mañana para preparar desayunos y todo y termina acostándose a las once, después de la cena, de recoger etc. Sea  son jornadas de todo el día y toda la semana. ¡¡¿¿Y no le pagas nada por todo este trabajo diciendo que lo que hace compensa su mantenimiento y alquiler??!! O se les paga muy poco, yo he tenido casos de internas que cobraban 700€ al mes. Tenían libre un sábado por la tarde y tenían que volver el domingo por la noche. ¿Que hace una mujer en estos casos? ¿Se va alquilar una habitación por 300€ si cobra 700€, para pasar una noche a la semana? Pues para esto se quedan el sábado también para dormir y el domingo salen al parque para airearse y se vuelven a internar, así es la vida de muchas internas.

Durante la pandemia he visto además delitos abiertos de coacciones. Los empleadores encerraban a las empleadas en las casas impidiéndoles a salir por miedo de contagio. No les daban ninguna opción, y eso es simplemente un delito de coacciones. No puedes encerrar alguien en tu casa, estás coartando la libertad de esta persona.

En la pandemia lo que se disparó también fue el despido, que ya en general es un gran problema en este sector porque existe la figura de desistimiento, que es un despido sin causa. Durante la pandemia muchos lo utilizaron para despedir a la empleada y en estos casos no hubo ninguna protección por parte del gobierno. Actualmente estoy con varios casos abiertos así intentando de pelear para que la prohibición de despido que hizo el gobierno para el periodo de pandemia también afecte al sector de servicio domestico y que se pueda reclamar indemnizaciones adicionales.

En general muchas mujeres tienen miedo denunciar cualquier cosa. Por un lado, muchas de ellas vienen a España sin conocer sus derechos, asumiendo que, como no tienen papales, no tienen derecho a nada, lo cual no es verdad pero es algo con que los empleadores juegan mucho. Las que tienen su situación en regla, temen represalias. Aquí el gran problema es que, como la relación laboral se desarrolla en el domicilio privado, es muy complicado obtener pruebas y demostrar los abusos. Yo lo que aconsejo son dos cosas: grabar la conversación con tu jefe, que es perfectamente legal si tu haces parte de esta conversación o enviar un burofax cuando quieres reclamar por ejemplo las horas extra. Si tu mandas un burofax y a dos días te despiden hay un nexo temporal claro entre la reclamación de derecho y la represalia.

El perfil de empleador que abusa, desde mi experiencia por lo menos, es en general la gente muy acomodada con muy buenos ingresos. He tenido muy pocos casos de empleadores de clase media/obrera. Lo que yo percibo además es que ven a la trabajadora como un electrodoméstico que hable, y se indignan que este “electrodoméstico” se piensa que tiene derechos. Este tipo de empleador sabe que tiene un poder sobre estas mujeres que consiste en la promesa de hacer papeles. Ese poder invisible es una fuente de abuso total, que además las trabajadoras consienten. Porque conseguir el arraigo social les cambia la vida; pasar de una situación en que no tengan papeles, ni permiso para trabajar y residir a una situación regulada es un mundo y ellas asumen una cantidad increíble de abusos para conseguir este objetivo.

En caso de denuncia, yo intento llegar a un acuerdo, aunque a la primera los empleadores en general reaccionan de manera muy agresiva. Muchos intentan llevar todo al terreno emocional de: “que mala es, con lo bueno que hemos sido nosotros dándole esta oportunidad de trabajar”. Estos discursos son muy habituales y en realidad la mujer trabajaba 16 horas al día, sin cotización, sin vacaciones… en términos de buenos y malos habría que ver.

Muchos directamente niegan que la mujer había trabajado para ellos, o llegan a acusarla de robo. Estas acusaciones de robo fueron tan frecuentes que ya me cansé y empecé a decir al abogado que si hubo el robo tienen que presentar la correspondiente denuncia y vamos a ver. Ahora bien, si pierdes el juicio, vamos a ver los costes procesales de esto y la posibilidad de denuncia falsa porque es una acusación muy grave, muy seria.

Todo el proceso de denuncia, de conciliación y de juicio, si llegado el caso, es muy complicado. Hay que ir con mucho cuidado, porque es difícil obtener pruebas y el empleador tiene posición privilegiada allí. Es su domicilio, su conserje, sus vecinos y probablemente todos se pondrán de su lado llegando a mentir si hace falta. Además si vas al juicio, no hay que olvidar que muchos de los jueces/juezas tienen empleadas domesticas en sus casas y tienden a tener la empatía hacia el empleador. Yo lo percibo mucho y por eso también intento lo que puedo llegar a un acuerdo en la fase de conciliación.

Para que todo esto cambie, habrá que cambiar muchas cosas, empezando por quitar el estigma que lleva este trabajo. Es un trabajo feminizado y los trabajos feminizados siempre están vistos como inferiores. Las empleadas de hogar sufren una triple explotación: machista, laboral y del Estado. Son las únicas que tienen esta triple lucha, no la tiene nadie más.

Al nivel legal lo mínimo, como parche, es que se incluya el servicio domestico en el Régimen General, lo que pasa es que el Estado no quiere porque presume que la gente va hacer fraude para acceder a la prestación por desempleo. ¡Pero es que ya hay un fraude! Estamos dejando un colectivo de personas, que además genera una cantidad de dinero negro enorme fuera del sistema, por asumir que si se regulariza habrá un fraude con desempleo. ¿En serio? ¿Esta es la explicación? 

El arraigo, previsto por la Ley de Extranjería es otra cosa muy perversa y el Estado lo sabe perfectamente. Oficialmente estas mujeres tienen prohibido trabajar, pero trabajan porque la única manera de regularizarse es trabajar, es decir la única manera de conseguir regular su situación es incumpliendo la norma legal. Cuando se presenta el dossier para, después de tres años, pedir la regularización, todo el mundo sabe que estas mujeres están trabajando desde hace años, que el contrato que te dan no se refiere a una relación laboral nueva, que esta relación probablemente lleva años existiendo. 

Vivimos en una sociedad muy envejecida y la necesidad de cuidados es cada vez más alta, pero soy pesimista sobre el cambio. Tiene que ser muy profundo y a día de hoy no hay nada que me indica que hay un cambio de discurso, es más va a peor y creo que ahora, en tiempos de crisis habrá aun más despidos y abusos en este sector. Lo que debería pasar es una huelga general de cuidados, que provocaría un caos y colapso, porque mucha gente no hubiera podido ir al trabajo. Es una idea utopista pero será la mejor manera de exteriorizar los problemas de este sector. Hasta que la gente no se siente directamente concernida, no cambia nada, es así. 

Hanna Jarzabek - Photography & Documentary Storytelling

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